martes, 3 de febrero de 2009

La Queja

Siguiendo con la linea de queja e iconformidad, aqui les dejo esta joya de la corona... dental.
¿¿¿Por que la gente es tan pendeja???
Pregunta interesante desde el mismo hecho que muy probablemente lo unico que puede considerarse realmente infinito es la estupidez humana. Hasta donde sé, no hay nada más realmente infinito en este univeso de 11 dimensiones donde nos toco vivir.

sábado, 3 de enero de 2009

Vacaciones en Veracruz

Pues sucede que en vacaciones se nos ocurrió la magnifica idea de visitar Veracruz, famoso por las canciones de Agustín Lara, su estilo antiguo, sus puertos y embarcaciones.
Cruzar el D. F. fue menos pesado de lo esperado, cerca de una hora de tlalpan a la salida a Puebla. De ahí en adelante todo fue bastante rápido hasta queeeee.....
La caseta en la salida de Puebla era un asco total y absoluto. 45 minutos perdidos de mi vida en una fila de más de un kilómetro esperando a que los ineficientes y retrasados trabajadores de CAPUFE cobraran. En realidad, las casetas me parecen una estupidez en todos sentidos, pero esta vez a los miseros 30 pesos que cobran añadan 45 minutos de su valioso tiempo, la gasolina que se gasta en ese embotellamiento mas frenos, embrague, etc. etc. Sobra decir que los poblanos que laboran ahí se llevaron cuantas mentadas pude enviarles aunadas a otras tantas para la policía federal, las autoridades federales encargadas, y así sucesivamente. Curiosamente, esto es un fenómeno poblano, ninguna otra caseta presentaba tal desmadre para pasarla.
Después de unas horas, arribamos al bello puerto. ¡¡¡Dicha y gloria!!! Nos hospedamos en el hotel Imperial localizado en el zócalo de la ciudad, el más antiguo de Veracruz, y en efecto, todo es antiguo: la alfombra, el mobiliario, la cama, las cortinas, vamos, !hasta la basura era antigua! Un fiasco por los $1400 m.n. que cobran por una "junior suite" (¡ja!). No cuentan con estacionamiento propio por lo que hay que pagar $85 extras para guardar el automóvil, el aire acondicionado no funcionaba y la tele por cable era una leyenda urbana que cantaban los juglares. Una madrugada a las 3:30 AM unos tarados de televisa se dedicaron a hacer pruebas de sonido a todo volumen. Eso es no tener madre, sobre todo cuando uno va a descansar. Obviamente, los weyes del hotel "ni se enteraron" de lo que había pasado, debo tener alucinaciones por tanta vacación. La estancia en el puerto, ¡otro rollo! La cola para entrar al famoso Acuario de Veracruz era mas larga que cualquier fila que uno pueda encontrar hasta para registrar a su hijo. Viviendo en el DF, lo que menos espera uno es encontrar tumultos de esa naturaleza estando de vacaciones, por lo que no visité el dichoso lugar. Lo mismo que decir de La Parroquia, ese famosísimo café veracruzano donde sirven lecheros, michas y bombas (si no saben que es eso, ¡lástima!) el detalle es que se los sirven a los que ya están sentados, estado difícil de lograr ya que entre la cantidad de gente y la desorganización (que es lo único que sobra ahí), era imposible hacerse de una mesa con sillas sin liarse a golpes con algún jarocho. Tampoco estuve dispuesto a esperar dos horas para desayunar. En vista del éxito obtenido, nos largamos a la playa a gozar del mar, la sal y las gaviotas, bueno, lo que queda de esto, ya que las palapas autorizadas extienden sus sillas y sombrillas hasta donde la marea llega, por lo que encontrar un metro cuadrado donde instalarse a tomar el sol es realmente complicado, a esto sumen los innumerables puestos sobre ruedas que deambulan a lo largo de la franja libre para ofrecer mil porquerías que uno no quiere o necesita. Si lo logran, pueden después dedicarse a admirar el interminable desfile de modas que se desarrolla a la orilla del mar (¿quién sería el IDIOTA que le llamo "riviera" si en español se dice rivera?) señoras gordas (¿francesas acaso?) en shorts super holgados y playeras con SPF 500 deambulando felices con 10 chamacos gritones que le dan algarabia a la aburrida tranquilidad de la costa, claro, ayudados por la música a todo volumen de las palapas que parecen competir por tener la música más "popular". En fin, el folklor en su máxima expresion. Después de un rato de sosiego y paz, fuimos a comer a Boca del Rio, preciosa zona de desarrollo residencial, cero ambulantes, cero nakos, casas nice, hoteles guau, lo mejor de lo mejor, Encontramos plaza banderas (recomendable) y enclavado a la orilla del río un restaurante donde sirven los mejores mariscos de la comarca. En fin, un México de mentiritas, solo recordable por el pésimo trato de los meseros que despues de una hora de esperar te salen con su "¡ah chinga! ¿pidió camarones?", ¡¡¡el toque de distinción!!!.
En fin, ni más ni menos que unas vacaciones típicas. Para la próxima me largaré a una playa solitaria a tomar cerveza junto a los perros donde Celsa me prepara unas exquisitas langostas y me atiende a cuerpo de rey y Balta se mocha con los ostiones, sin gente y sin escándalos ni "desarrollos turisticos" (lo que sea que la retorcida mente de quien los construye y autoriza crean que significa tal cosa).
!!!!!Saludos!!!!!